Por unanimidad, los miembros del Directorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) aprobaron la Política Nacional de Cultura 2017 – 2022, “Cultura y desarrollo humano: derechos y territorio”, resultado de un extenso y amplio proceso de construcción, que comenzó en 2014 y contempló una serie de instancias participativas, las que solo en 2017 incluyeron a más de 6.300 personas. Este trabajo, que se desarrolló en paralelo a la transformación de la institucionalidad pública en cultura, con la creación, por primera vez en Chile, de un Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, concibe la cultura  al centro del desarrollo humano e incorpora la participación desde la territorialidad, con un enfoque en los derechos de la ciudadanía cultural.

Esta nueva Política cuenta con diez orientaciones que se detallan a continuación:

  • Cultura como pilar del desarrollo sostenible, resguardando los derechos culturales de las generaciones por venir, tanto a nivel local como nacional.
  • Una creación libre y diversa, tanto individual como colectiva, socialmente valorada, respetando la propiedad intelectual y los derechos de autor.
  • Un campo artístico-cultural fortalecido, estable y sostenible que respete los derechos laborales de los trabajadores de la cultura.
  • Ciudadanías activas y con incidencia en la acción pública en cultura.
  • Un tejido social cohesionado a través de la participación cultural de todas las personas, basado en el principio de no discriminación.
  • La interculturalidad y la diversidad cultural como fuente de riqueza cultural para la sociedad en su conjunto.
  • El patrimonio como un bien público y una construcción social, donde las comunidades colaboren con aquellos referentes significativos que les dan sentido e identidad.
  • Memorias históricas y colectivas reconocidas, valoradas y (re)construidas en equilibrio con la institucionalidad y las comunidades.
  • Una educación integral que considera a las artes, la cultura y el patrimonio como componentes fundamentales en el desarrollo de las personas y de la comunidad.
  • Procesos innovadores y diversos de mediación cultural, artística y patrimonial, para una ciudadanía activa y en pleno conocimiento de sus derechos culturales.

El Ministro de Cultura, Ernesto Ottone Ramírez, manifestó: “Esta política viene a culminar un proceso que se inicia desde los sectores culturales y los territorios, y destaca porque  plantea nuevos énfasis y temas en los que la ciudadanía se encuentra al centro. Es una política que responde a lo que nuestro país hoy necesita, en un contexto además de transformación en la institucionalidad cultural. El gran desafío que plantea es empoderar a la ciudadanía cultural, para que la sienta propia y se involucre en su proceso de implementación”.

El arquitecto Sebastián Gray, quien forma parte del Directorio Nacional del CNCA en representación de la sociedad civil, destacó: “Esta Política sitúa a Chile en una nueva época. Su mirada es absolutamente contemporánea con respecto a algunos asuntos esenciales para una sociedad moderna. Está centrada en cuestiones que tienen que ver con derechos, con reconocimiento de territorios diversos, con el desarrollo humano y con un marcado énfasis en la participación. Me gustaría subrayar ese énfasis, pues es lo que nos puede poner en una condición nueva social y cultural en la región frente a los desafíos de la modernidad”.

Sobre este nuevo instrumento, la periodista Ana María Egaña, miembro del Directorio CNCA, expresó: “Esta Política es muy importante fundamentalmente porque es una carta de navegación para los próximos cinco años y porque fue realizada con una metodología de participación muy amplia a nivel regional. Marca un hito importante en el trabajo de la cultura, las artes y el patrimonio”.

Durante diciembre esta Política estará disponible para descargas en la web http://www.cultura.gob.cl/politicas-culturales/